viernes, 23 de febrero de 2007

Presa Canario



Perro molosoide originario de las Islas Canarias. Ya desde el siglo XVI se hablaba en Las Palmas de estos perros de presa que fueron introducidos en Canarias por los conquistadores y colonos Españoles que luego, con el tiempo y el aislamiento, derivaron en una raza completamente diferenciada. Por influencia de otros perros de presa traídos de otras partes (Gran Bretaña, Cuba, etc.) su tipología se fue modificando en alguna medida. Este perro de presa, de voluminoso cuerpo y cabeza y de extraordinario temperamento, se utilizó en el Archipiélago Canario para la guarda de haciendas, para el cuidado de ganado vacuno y como auxiliar de carnicero en el sacrificio de las reses. En las ultimas décadas se lo ha utilizado frecuentemente como perro de combate.

Su aspecto es de extraordinaria potencia, especialmente dotado para la función de guardia y defensa y para la conducción de ganado vacuno. De temperamento firme, es un hábil luchador y posee un ladrido grave y profundo. Su cuerpo es rectangular, longilíneo, de talla media. El pecho es profundo y ancho con fuerte desarrollo pectoral. Los huesos tienen mucha substancia. La altura a la grupa es mayor que a la cruz. Sus angulaciones no deben ser escasas. La cola, de inserción alta, es flexible, de nacimiento grueso que va afinándose hasta el corvejón. En acción se eleva en forma de sable, con la punta hacia adelante, sin enroscarse. El pelo es corto en toda su extensión, generalmente más espeso en la cruz, garganta y cresta de las nalgas. Sin subpelo. Compacto en la cola. De aspecto rústico, presenta cierta aspereza. El color puede ser atigrado en toda su gama (desde el oscuro muy cálido al gris neutro muy claro o el rubio), leonado en toda su gama, hasta el arena o negro. Puede presentar manchas alrededor del cuello o en las extremidades.

Por lo general presenta manchas blancas en el pecho, La máscara es siempre de color oscuro y puede alcanzar hasta la altura de los ojos.

Perro molosoide originario de las Islas Canarias. Ya desde el siglo XVI se hablaba en Las Palmas de estos perros de presa que fueron introducidos en Canarias por los conquistadores y colonos Españoles que luego, con el tiempo y el aislamiento, derivaron en una raza completamente diferenciada. Por influencia de otros perros de presa traídos de otras partes (Gran Bretaña, Cuba, etc.) su tipología se fue modificando en alguna medida. Este perro de presa, de voluminoso cuerpo y cabeza y de extraordinario temperamento, se utilizó en el Archipiélago Canario para la guarda de haciendas, para el cuidado de ganado vacuno y como auxiliar de carnicero en el sacrificio de las reses. En las ultimas décadas se lo ha utilizado frecuentemente como perro de combate.

Su aspecto es de extraordinaria potencia, especialmente dotado para la función de guardia y defensa y para la conducción de ganado vacuno. De temperamento firme, es un hábil luchador y posee un ladrido grave y profundo. Su cuerpo es rectangular, longilíneo, de talla media. El pecho es profundo y ancho con fuerte desarrollo pectoral. Los huesos tienen mucha substancia. La altura a la grupa es mayor que a la cruz. Sus angulaciones no deben ser escasas. La cola, de inserción alta, es flexible, de nacimiento grueso que va afinándose hasta el corvejón. En acción se eleva en forma de sable, con la punta hacia adelante, sin enroscarse. El pelo es corto en toda su extensión, generalmente más espeso en la cruz, garganta y cresta de las nalgas. Sin subpelo. Compacto en la cola. De aspecto rústico, presenta cierta aspereza. El color puede ser atigrado en toda su gama (desde el oscuro muy cálido al gris neutro muy claro o el rubio), leonado en toda su gama, hasta el arena o negro. Puede presentar manchas alrededor del cuello o en las extremidades.

Por lo general presenta manchas blancas en el pecho, La máscara es siempre de color oscuro y puede alcanzar hasta la altura de los ojos.

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