viernes, 23 de febrero de 2007

Scottish Terrier



Muy cariñoso con el amo, el Scottish se muestra con frecuencia desconfiado e incluso mordedor con los extraños, y es por eso, a pesar de su pequeño tamaño es un buen perro guardián. Sin embargo su naturaleza es la de un perro de caza en madriguera, que sabe enfrentarse con valentía y decisión a cualquier tipo de animal acosándolo y persiguiéndolo incluso en los terrenos más accidentados y difíciles, resultando insuperable en este tipo de caza.

El nombre de esta raza índica su país de origen, donde se lo aprecia por su robustez y su carácter firme, características que hicieron que se difunda por toda Europa y el resto del mundo. El Scottish es hoy uno de los terriers más conocidos. Lo que más llama la atención del Scottish es su gran fuerza unida a una notable agilidad y un andar desenvuelto y fluido. Particularmente bella es su cabeza, bien larga y estrecha, con una expresión franca y decidida en los ojos de color marrón oscuro, encajados profundamente bajo los arcos superciliares. Las orejas, no demasiado grandes y de textura fina, deben ser llevadas siempre erguidas. La cola es de longitud media, gruesa en la raíz, debe llevarla recta. El subpelo es corto, denso y suave y el pelo exterior muy largo y áspero. Los colores son negro, trigo o atigrado en cualquier color.

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